jueves, 29 de septiembre de 2011

Entrevista a Diego Cabello

Entrevista relizada por el diario montañes.

Aunque su carné de identidad indique lo contrario, Diego Cabello (14 de enero de 1988) dejó hace tiempo de ser una promesa. Su trayectoria le avala como una de las más firmes realidades del atletismo nacional. Acaba de ganar su segundo Campeonato de España consecutivo en la prueba de los 400 vallas. Lo consiguió el pasado domingo en el Estadio Ciudad de Málaga. Y eso que las lesiones le han impedido brillar, aún con más fuerza, en la campaña 2011. Pese a todo, cierra la temporada con un nuevo oro en el armario y el récord de Cantabria absoluto en el bolsillo.
-Segundo Nacional consecutivo para un atleta de veintitrés años. ¿No le da vértigo?
-Estoy muy contento y espero que sólo sea el comienzo de una larga etapa de triunfos. Pero para conseguir más oros lo principal es seguir mejorando la marca año a año. Con esa idea me preparo.
-El 18 de junio, en Estocolmo, consiguió batir el récord de Cantabria de su paisano y amigo Javier Gutiérrez...
-Era uno de mis objetivos este año. La temporada pasada me quedé muy cerca, sólo a cuatro centésimas, y la verdad que le tenía ganas.
-¿Cuál de los dos títulos que posee le ha hecho más ilusión?
-Los dos son especiales. El de Avilés porque fue el primero y el de este año porque he tenido que superar muchos problemas para conseguirlo. Primero, por los cambios de entrenador -la Federación Española de Atletismo (RFEA) le asignó a Manuel Pascua hasta el destape de la operación 'Galgo'- y, después, por las lesiones.
-Nadie lo diría. Puertas afuera, la temporada le ha salido redonda...
-Después de todo lo que he pasado no me puedo quejar. Empecé con problemas desde la pista cubierta. Estaba en forma para competir en los 400 lisos y, una semana antes del Nacional, me rompí el isquiotibial. Después, he tenido tendinitis rotuliana, lumbalgia y osteopatía de pubis. Llevo tres meses entrenando con dolores, limitando mucho los entrenamientos de técnica y velocidad.
-A pesar de todo, a Málaga llegaba con la mejor marca del ránking. ¿Se veía con el oro al cuello?
-Antes de competir en cada carrera siempre pienso que voy a ganar. La cabeza es lo más importante. Si te lo crees, es más fácil conseguirlo.
-Su gran rival, Nacho Sarmiento, se lo puso muy difícil. Cogió bastante ventaja en las primeras vallas. ¿No se puso nervioso?
-Nos conocemos bien. Los dos sabemos como compite cada uno. Nacho suele salir muy rápido en el primer 200. Yo prefiero controlar un poco más al principio y acabar más fuerte. Eso es lo que hice en la final a partir de la quinta valla.
-¿Qué le ocurrió en los últimos obstáculos? Estuvo a punto de caerse...
-Entré bastante fuerte a la última recta y, con el viento a favor, me iba comiendo las vallas. Es curioso, normalmente estoy acostumbrado a alargar, me suele costar llegar. En Málaga fue al revés. En la novena me frené y, en la última, me metí mucho en la valla. Al caer me tropecé y casi me salgo de la calle.
-Por un momento, pareció incluso que perdió de vista la línea de meta...
-Me fui hacia el lado derecho, desorientado por completo. Cerré los ojos, apreté los dientes y, al final, llegué 'justito'. Creí que Nacho me cogía, le notaba muy cerca.
-Oro y, pese a todo, a unas pocas centésimas de su récord de Cantabria. ¿Se quedó con ganas?
-Si en la última recta hubiese rematado bien, la marca habría sido bastante interesante. En torno a 50.50 segundos (en Málaga corrió en 50.91 y su mejor registro es de 50.84). Debido a las lesiones que he tenido no alargaré más la temporada, pero creo que podría haber mejorado un poco más. En 400 vallas y también en los lisos.
-Rozó las semifinales en el Europeo 2010 de Barcelona ¿Le veremos pronto luchando por cosas importantes en los grandes campeonatos internacionales?
-El año pasado estuvo bastante asequible. Se pasó de ronda con 51.11 segundos. En todo caso, lo primero y lo más importante es hacer la mínima. Y después, entrar en la convocatoria de la Federación. Una vez allí, y si superas la primera eliminatoria, puede pasar cualquier cosa.
-La mínima para acudir al Mundial y a los Juegos Olímpicos está situada en 49.80 segundos. ¿Se ve capaz de hacerla a corto plazo?
-Este año no estaba para bajar de 50 segundos, pero sí veía muy posible el poder acercarme. En 2012 intentaré conseguir esa marca o, al menos, entrenar lo mejor posible para estar en disposición de lograrla.
-Tras cambiar varias veces de entrenador ha encontrado la estabilidad a las órdenes de Bernardo Domínguez. ¿Está contento? -Estoy muy a gusto. Soy el único atleta de 400 vallas, pero el grupo es bastante bueno. Entreno con Mark Ujakpor y Adrián González de 400 lisos, con Ignacio Laguna de 800... Gente con grandes marcas y palmarés, que me ayudan mucho en la series. Además, a la hora de hacer la técnica, nos echa una mano la novia de mi entrenador, Raquel Fraguas (oro en el Nacional 'indoor' de 60 vallas 2001).
-Los últimos años los ha pasado en Madrid. ¿En sus planes de futuro entra el volver a Cantabria?
-Por lo menos estaré allí dos años más, hasta que acabe la carrera. Estoy cursando cuarto de Publicidad y Relaciones Públicas.
-¿Qué objetivos se plantea para el año que viene?
-En la primera parte de la temporada; repetir convocatoria para la Copa de Naciones y meterme en el Campeonato de Europa de Finlandia. Después, quiero revalidar mi título absoluto y buscaré esa mínima olímpica. Por intentarlo que no quede.

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